Subterfugios soterrados

La grandeza de un personaje no la da la talla de sus alardes ni su perpetuo trajinar ansioso ante el público al que pretende sino la sencillez con que muestra su obra y su quehacer.

Tampoco sirve aquello de «El buen paño en el arca se vende» porque la mayoría de las arcas no son como la que buscaba Indiana Jones aunque no se pierdan, ni se mueven tanto como el baúl de la Piquer.

Hay subterfugios seductores para arrebatar la atención hacia un valor escondido o soterrado bajo las imposiciones de un mercado de intereses a menudo ajenos a la calidad. Pero la prodigalidad en exhibir lo que queremos que sea bien estimado no es uno de ellos.

Quizás prosigamos indagando en esta peliaguda y sinuosa estrategia que Tretas sin duda intenta diseñar.

Barullo en solfa

La soledad como condición de posibilidad de la libertad

Opciones y no malas razones hacen sentir el yo en su salsa. Poder trotar con las crines al viento o pastar sosegadamente en el prado de la vida como un corcel sin pesado jinete, con el júbilo de no ser caballo de batallas impuestas o jumento de tiro con bagajes ajenos.

Estrambote

Tras largos días de silencio en Tretas, emerge una estrambótica fiera de las profundidades pensadoras, deviene feroz no se sabe de qué selva desquiciada que la intenta asfixiar. Sus gruñidos lo mismo barritan que musitan pero tiene palabra de ser humano sufriente y frágil. Cuando aprenda a emboscarse en los caminos ajenos agazapado en su propia lucidez, atacará la pujanza con denuedo hambriento de pitanza fresca.

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